Empiezo por la mañana a pelar patatas… Casi todo el día preparando la cena y la comida del día siguiente. Caen las horas y se acercan las ocho. No tengo las flores, ni los bombones que hace días pensé comprarle.
Llego a las Ramblas, hay puestos que empiezan a cerrar. En el tercer puesto, veo un bonito ramo de rosas rojas. Me gusta, es lo que buscaba. Mientras me lo prepara, veo otras rosas rojas sueltas. Le pregunto si tiene de otro color. Mira dentro y me dice que tiene blancas. Es perfecto. Le pido que me ponga dos. Una Blanca y una roja. Juntas o separadas, pregunta. Juntas, por favor. La señora me hace un precioso ramo sólo con dos rosas. Un ramo cargado de sentimiento, de simbolismo, de amor, de pasión, de ternura, de complicidad.
Faltan los bombones, pero eso es más fácil. Salimos para casa de Silvia. Hago ver que me he dejado la cartera. Vuelvo y dejo las dos rosas y los bombones sobre nuestra cama. Con suerte ya será más de media noche cuando volvamos. Continua sólo para ti 😉
El pasado 6 de agosto celebramos el 50 aniversario de Yolanda. No pudimos ese día hacer una gran celebración por motivos personales, pero tocaba hacer una pequeña reunión y soplar las velas. Espero que en breve podamos celebrar esos 50 años tan bien llevados 😉 . Muchas felicidades Yolanda y permíteme que este post se lo dedique a mi madre. Un beso mamá.
Vamos con las fotos y las recetas. Pincha sobre su nombre para verlas paso a paso.
Completamos con una tabla de embutidos y pan de payés con tomate.