La tortilla de patatas triunfa en cualquier momento y situación. Es un plato sencillo elaborado con muy pocos ingredientes, básicos, económicos y que solemos tener en casa o podemos encontrar a la vuelta de la esquina.
Hay muchas teorías sobre su origen, aunque todas ellas coinciden en la época: finales del siglo XVIII, siglo XIX. Que si las Guerras Carlistas, que si una ama de casa y el general Zumalacárregui, que si unas tortitas que se elaboraban en Villanueva de la Serena (Extremadura). En cualquier su objetivo era aportar un plato nutritivo, barato y energético.
Como hacer una tortilla de patatas. Es difícil dar con la tortilla de patatas perfecta para todos los comensales, más bien es imposible. En casa mismo, somos cuatro y los gustos son opuestos en nuestras preferencias. Unos las prefieren con la patata más hecha y el huevo menos cuajado y otros prefieren la patata menos hecha y el huevo bien cuajado.
Dando un repaso por internet, parece que los gustos más extendidos son con el huevo menos hecho. Pero claro, cada uno la hace a su gusto y cada maestrillo tiene su librillo. Después vendría ¿Con cebolla o sin cebolla? Nosotros siempre sin cebolla, pero vamos, que con ella también nos encanta.
¿Qué necesitamos para preparar una buena tortilla de patatas?
- Lo primero es un buen menaje. Es importante tener sartenes antiadherentes. Una ancha para freír las patatas y otra para cuajar la tortilla.
- Lo segundo, buenos ingredientes: patatas de buena calidad, huevos camperos y aceite de oliva virgen.
Vamos con la receta de la tortilla de patatas que es lo que realmente interesa. Ingredientes: 8 patatas medianas. 6 huevos. Aceite de oliva. Sal.
Elaboración:
Pelamos y cortamos las patatas en trocitos o láminas bien pequeñas. Salamos al gusto.
Freímos en abundante aceite hasta que estén ligeramente doradas. Si es necesario, lo haremos en dos tandas. Quedarán mejor y seguramente ganaremos tiempo.
En un bol, batimos los huevos y añadimos las patatas fritas. Mezclamos bien y dejamos cinco minutos para que las patatas se empapen con el huevo. Ponemos a calentar una sartén con un poco de aceite. Vertemos las patatas con los huevos y movemos varias veces la sartén para que se reparta la mezcla y no se pegue.
El momento de voltearla es un poco intuitivo. Nos podemos guiar por los bordes. Cuando veamos que el huevo empieza a cuajarse. Volteamos con la ayuda de un plato o un vuelca-tortillas (va genial) y cocinamos por el otro lado. Igual que con los bizcochos, podemos utilizar un palillo para ver lo cuajado que está el huevo.
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