Desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo. Todos conocemos el dicho, pero muy pocos lo llevan a cabo. Es importantísimo un buen desayuno, pero no se trata de comer cualquier cosa; sino que, nuestro desayuno debe incluir una serie de alimentos que nos aporten los nutrientes apropiados para empezar el día de forma adecuada y que nos facilite una alimentación variada y equilibrada.
Un desayuno saludable y equilibrado debe contener:
- Cereales o galletas o pan integral que nos aportarán los hidratos de carbono y fibra necesarios para el organismo.
- Lácteos: Leche (preferiblemente desnatada), yogur o queso que nos aportarán el calcio necesario para los huesos.
- Fruta: Una pieza cada mañana nos aportará vitaminas y fibra. Podemos ir variando o sustituyendo por zumos o batidos.
- Frutos secos: Un puñado de frutos secos es ideal para mantener los niveles de colesterol y para prevenir problemas cardiovasculares. Nos aportan grasas insaturadas que nos vendrán genial para sustituir las grasas saturadas de nuestra alimentación.
Un desayuno saludable como el que hemos preparado hoy, como el de la foto, no lleva más de diez minutos prepararlo. En este caso contiene: frutas (kiwi, fresas, uva), leche, tostadas de pan con tomate y un puñado de nueces. Una buena manera de empezar el día con alegría y energía 😉 Fuente: nosotras.com