Los higos, tanto secos como frescos, tienen un alto contenido en fibra y hierro, aportan energía y sanean la sangre.
Los
higos suelen venderse secos ya que los frescos se dañan con facilidad y
tienen una fecha de caducidad muy corta. Aún así, durante los meses de
agosto y septiembre los podremos comprar frescos con facilidad.
Esta
fruta contiene importantes cantidades de fibra soluble, la cual protege
de las cartiopatías. Los higos son además una excelente fuente de
minerales y vitamina B6.
Por su parte, los secos son
una fuente concentrada de potasio, además de ser ricos en calcio,
magnesio y hierro. Eso sí, su contenido calórico es elevado, por lo que
conviene comerlos con moderación.
1ª sugerencia: HIGOS AL HORNO
– Los higos contienen esteroles que ayudan a reducir el colesterol en sangre.
– Son una buena fuente de azúcares y energía natural.
– Es una buena fuente de potasio que ayuda a prevenir la retención de líquidos.
– Los higos secos mantienen la sangre sana y refuerzan la masa ósea.
2ª sugerencia: ENSALADA DE HIGOS Y ANCHOAS
Consejos prácticos:
– Se deterioran rapidamente por lo que conviene comerlos el día que se compran o se recogen.
– Lo mejor es comerlos tal cual, pero combinan bien con el jamón, el queso roquefort, las anchoas.
–
La piel de algunas variedades es comestible, otras hay que pelarlas.
Los higos negros presentan una piel más fina y son más sabrosos con
ella.
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